Irán dio un batacazo histórico en Octavos y eliminó a Brasil por penales (3-2) luego de un partidazo que acabó en empate (4-4). Falcao, autor de un triplete, dijo adiós al Mundial.
Patricio Knaudt y Diego Provenzano (desde Bucaramanga)
El mayor impacto en la historia de los Mundiales de Futsal FIFA se dio en la tarde del miércoles en Bucaramanga por los Octavos de Final. Irán, que llegó como uno de los mejores terceros ante el invicto Brasil, demostró una reacción notable, remontó un resultado adverso de dos goles, forzó el alargue, lo igualó a falta de un minuto en la prórroga, y acabó por echar en la serie de penales al vigente campeón, que por primera vez no estará siquiera en semifinales.
Parecía a juzgar por la primera parte, que la "Canarinha" no tendría grandes inconvenientes cuando Falcao con una volea y luego el propio crack con un delicioso taco a la salida de un jugada preparada de tiro libre, se pusiera 2-0 promediando el período.
Sin embargo, a pesar del desmoralizante segundo tanto por la calidad de la definición, de la mano del hábil Tayebi, los asiáticos crecerían en su juego y alcanzarían el descuento esperanzador de cara al complemento.
Así en la segunda mitad, con otro ímpetu, Irán emparejó las acciones, empezó a jugarle de igual a igual al número uno del ranking mundial y defensor del título. El público también comenzó a asumir su papel en el encuentro repartiendo su apoyo entre el corajudo equipo iraní y la devoción por el astro Falcao.
La incertidumbre del resultado final suponía empezar a despejarse tras un grosero error en la salida del conjunto persa, que le dejó servido el mano a mano a Dieguinho, quien la picó ante el desesperado achique de Samimi, una de las figuras del encuentro.
Pero Irán no decayó en su temple y nuevamente a partir de una asistencia de Tayebi al pívot Kazemi volvería a ponerse a tiro, con un cuarto de partido por disputar. No obstante, la posibilidad de hazaña del seleccionado asiático debería afrontar una piedra en el camino, a partir de la lesión de su conductor Tayebi a falta de cinco minutos.
Y ante la ausencia casualmente del número doce iraní, el goleador Ali Hassan Zadeh tomaría el rol protagónico y con un tremendo bombazo en la puerta del área dejó estéril el achique de Tiago. Brasil no supo cerrar el partido cuando lo tenía y de ese modo, arribaría la prórroga acrecentando el grado de tensión en el Coliseo Bicentenario.
El tiempo suplementario se iba agotando también dentro de un desarrollo dinámico donde el entusiasmo de Irán potenciaba su despliegue técnico y táctico frente a un seleccionado brasileño que no encontraba la finalización adecuada.
Fue entonces que el habitual héroe de la película, aún accidental, aparecería. Otra vez Irán cometió un fallo en posesión del balón en sus propios seis metros y quien más que Falcao robaría la pelota y los aplausos por enésima vez para picarla suavemente sobre el portero.
Pero el previsible desenlace de este film sufriría un cambio de guión y apenas 18 segundos después, la historia daría un giro cuando Keshavarz en rol de arquero de movimiento batió a Tiago para el 4-4.
La última carta del elenco de Serginho fue con el mismo Tiago lanzado al ataque de cinco, que no tuvo sus frutos y de ese modo los penales decidirían la suerte de ambos equipos.
Allí en la serie de tres disparos, Rodrigo y Hassan Zadeh convirtieron en el primer duelo.
Pero luego Ari, en un deja vú de la semifinal del Mundial 2004 (portando la casaca número 4 tal como Neto ante España en aquella fatídica definición para los brasileños), envió su tiro al poste. A continuación, Sangsefidi adelantó 2-1 a los iraníes y el estadio yacía expectante por el siguiente remate.
La responsabilidad recayó en Falcao, la leyenda, el ídolo, aquel salvador en tantos episodios. El Rey anotó la igualdad parcial, pero la escena decisiva quedaría para Guitta (quien ingresó especialmente para la tanda) y Ahmad Esmaeilpour. El número 3 no daría oportunidad al golero y el gran batacazo se consumaba.
Irán a Cuartos, a enfrentarse el sábado con Paraguay, nuevamente en Bucaramanga. Y Brasil, eliminado, con una tristeza (tan explícita en el llanto de Falcao) que no tendrá fin, al contrario del recorrido en los Mundiales del embajador principal del Futsal en el planeta (máximo goleador de la historia del certamen y con más partidos jugados entre tantísimos títulos y récords en su fenomenal carrera), el cual dijo adiós a la Copa.
Síntesis
Brasil: Tiago, Ari, Dyego, Rafael Rato y Fernandinho. Ingresaron: Guitta, Xuxa, Bateria, Falcao (C), Dieguinho, Jackson, Jé y Rodrigo. Suplentes: Gian. DT: Serginho Schiochet.
Irán: Samimi, Esmaelipour, Keshavarz (C), Zadeh y Javid. Ingresaron: Ahmadi, Sangsefidi, Kazemi, Alighadr, Tayebi y Tavakoli. Suplentes: Mohammadi y Taheri. DT: Seyed Nazemalsharieh.
Goles en el PT: 8m Falcao (B), 13m Falcao (B) y 15m Tayebi (I).
Goles en el ST: 9m Dieguinho (B), 11m Kazemi (I), 17m Hassan Zadeh (I).
Goles en el STS: 2m16seg Falcao(B) y 2m34seg Keshavarz (I)
Penales: Rodrigo (B) gol, Hassan Zadeh (I) gol, Ari (B) palo, Sangsefidi (I) gol, Falcao (B) gol, Esmaeilpour (I) gol.
Árbitro principal: Ondrej Cerny (Rep. Checa).
Árbitro asistente: Kamil Cetin (Turquía).
Estadio: Coliseo Bicentenario, Bucaramanga.
Público: 1576 personas.
